Terminator: La salvación (Terminator: Salvation) de McG con Christian Bale, Sam Worthington, Helena Bonham Carter y Michael Ironside.
Ese futuro sombrío, presentado fragmentariamente en las tres entregas anteriores

En el año 2019 los humanos, representados por la resistencia, llegan a un clímax en la guerra contra Skynet, sistema que se ha vuelto conciente con un elevado grado de raciocinio como para aniquilar a su único enemigo: la raza humana, a través de maquinas asesinas llamadas terminators. John Connor (Bale), quien todavía no es el líder que se menciona en las películas anteriores, descubre un plan para destruir definitivamente a Skynet como así también una lista de blancos, en la que se encuentran tanto él como un joven llamado Kyle Reese.
McG, director de videoclips y del diptico anodino de "Los Ángeles de Charlie", empuja para un costado a la anterior secuela de la saga y hace foco sobre los films de James Cameron, esto puede leerse más desde un sentido cronológico inexorable y no tanto desde un estilo narrativo o visual. Sin embargo McG, de quien es notorio su fanatismo por la saga, respeta por ejemplo la gran persecución que se convirtió en ineludible después de T2, con aquella impresionante secuencia del camión y la motocicleta. Aquí el director apela excesivamente al CGI y deja algunos pocos rastros de filmación en set, como ser la gran persecución que termina en el puente, allí es casi imposible hacer una distinción de imagen digital y de imagen capturada o filmada. Tal secuencia es similar a la de la segunda parte de "Los ángeles de Charlie" con un desenlace idéntico.
Las alusiones a las anteriores películas de la serie son casi nostálgicas pero efectivas (develarlas sería una crueldad), el diseño de producción y las locaciones clásicas de las fábricas abandonadas, las rutas del oeste estadounid

“Terminator: La salvación” no se apoya en una narración sólida sino en una flotante, utiliza de columna a las dos primeras películas de la franquicia sin tener la necesidad de explotar vertientes narrativas o ambicionar un entramado filosófico rudimentario e insensato.
La acción constante e incesante es el factor neurálgico de este producto, “Terminator: La salvación" es eso, un producto, que prolonga y mantiene gran parte de los ingredientes de la receta original asociado a la tecnología de la época que es funcional a las ideas y a la franquicia. El film no es más ni menos que una secuela de "Terminator" que encastra, dignamente, en la saga. Pochoclos y metales para todos.
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1 comentario:
Recuerdo haberla visto en cine el año pasado. Es una película bastante instrascendente, como que quiere mezclar muchas cosas para que al final termine sucediendo poco. En fin, las buenas eran las de Cameron.
Saludos!!
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