Sobre
el cine de M. Night Shyamalan -séptima entrega-
por José Tripodero
Lo que nació como un cuento para sus hijos, Shyamalan lo transformó en una fábula cinematográfica sobre dos mundos: el actual y el "perdido", aquel en el que los seres manifiestan pureza y bondad. Esta historia de hadas y ninfas acuáticas que se entrecruza con humanos de diversas clases, termina de concretar el interés sobre la metáfora acerca de la contemporaneidad social, que nacía hacia el desenlace del anterior film, La aldea, injustamente maltratada también al igual que esta obra.
La dama en el agua (Lady in the Water, 2006) con Paul Giamatti, Bryce Dallas Howard, Jeffrey
Wright, Freddy Rodriguez y Bob Balaban
La fábula, como operatoria, ya se
asomaba hacia el final de la obra anterior del protagonista de este dossier, en
La dama en el agua se materializa desde
un prólogo realizado con una animación rudimentaria pero bien didáctica sobre
dos mundos separados: el de los hombres (el cínico) y el de las hadas (el de lo bueno y lo puro), que pretenden
advertir al hombre terrenal de los males y de las tempestades que se avecinan.La
dama del título se aparece, moribunda, en una piscina de un complejo de
edificios de gente de clase media-baja, lo que funciona como una suerte de Arca
de Noé, con representantes simbólicos de comportamientos humanos bien
reconocibles. El protagonista es el encargado de este complejo, interpretado
por el siempre sobrio Paul Giamatti, quien es el que encuentra a la dama. Shyamalan atina en las metáforas fantásticas
pero descuida en algunos pasajes el envolvente verosímil, aunque esta grieta se
obtura por su gran capacidad para narrar desde el orden de lo formal;
desarrollado y refinado desde su tercer film en adelante. En esta historia se
vuelven a trazar esos juegos dialécticos de espejos que había en Unbreakable con los televisores y los
vidrios, aquí sucede con el agua y los personajes que se refractan como si
fueran una versión distorsionada de lo que verdaderamente son. Sin tener el
vuelo ni la brillantez de la mencionada Unbreakable,
La dama en el agua es un cuento de
hadas reconocible por sus formalidades y marcas recurrentes y es, también, de
esas historias que la razón queda a las puertas de una sensibilidad que no
puede comprender, lo cual excede el maniqueísmo habitual de “buena” o “mala” con
el que se suele calificar a una obra artística.
No hay comentarios:
Publicar un comentario