jueves, 23 de febrero de 2012

Un momento histórico de los Oscar




Muchos recuerdan momentos de los premios más famosos como los de la -falsa- india que recibió el Oscar de Marlon Brando por El padrino o cuando Ingrid Bergman gritó: "¡Es un empate!" en la categoría de mejor actriz en 1968, entre Katherine Hepburn y Barbra Streisand. También hay recuerdos más emotivos como el premio a la trayectoria para Charles Chaplin en 1972, no por el galardón en sí, sino por la vuelta al Hollywood, lugar del cual fue expulsado literalmente por estar sospechado de comunista. 


Entre los recuerdos más recientes -y es el que busco rescatar realmente para palpitar los Oscar 2012- es la entrega de 1999, interesante por varias cuestiones. En primer lugar el gran film Rescatando al soldado Ryan compitió con el abominable Shakespeare apasionado, el cual ganó el premio de mejor película finalmente pero no el de director -por suerte- que quedó en manos de Steven Spielberg. En segundo lugar, se reconocíó la labor avasallante e intensa del enorme James Coburn por Días de furia o mejor llamada con su título original Affliction del guionista/director Paul Schrader. Tercero, el incomprensible Oscar a mejor actor para Roberto Benigni por La vida es bella, cuando todos coincidíeron que el ganador debió ser Nick Nolte por su excelente actuación en Affliction. Quedaba lugar para una incidencia interesante más: el premio a la trayectoria -u Oscar honorifico- a Elia Kazan. La expectativa estuvo centrada en el recibimiento que se le iba a dar al gran director de cine pero lamentable persona por sus actos de soplón hacia compañeros de compañía teatral durante el maccartismo


En el siguiente video podemos ver el momento en el que se lo anuncia a Kazan. Robert De Niro y Martin Scorsese fueron los presentadores del premio. Atención a los rostros de Ian McKellen, Ed Harris y el ya nombrado Nick Nolte, al que todavía le faltaba saborear su trago más amargo: ver al payaso de Benigni recibir el mencionado galardón a mejor actor. Otros más moderados como Spielberg simplemente aplaudieron -tibiamente- desde sus asientos, mientras que algunos como Kurt Russell (vaya uno a saber por qué) o Warren Beatty se rompieron las palmas para aplaudir al premiado. Por último, prestar extrema atención al increíble corte de pelo de Robert De Niro. 




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