De
jueves a domingo (Chile
- Holanda) de Dominga Sotomayor, 96 minutos. Cine del futuro.
En primer
lugar hay que decir que la idea del film de Dominga Sotomayor es sutil: una
pareja está al borde de la separación y dice iniciar un viaje con sus hijos, el
punto de vista inocente de lo infantil es lo que le interesa a Sotomayor, porque
pone el lente sobre el asiento de atrás, donde van estos niños a los que su
mirada y objetivos no les permite ver el macro panorama de la familia. Esa idea
pequeña se concibe, se percibe y se entiende en pocos minutos, lo cual no es
necesariamente cien por cien positiva. La ejecución se pierde como la nafta del
auto, se va consumiendo sin posibilidad de recargar más porque todo lo que había
fue puesto a disposición, lo que sigue es un camino abierto a la monotonía
visual. Sin embargo esta road movie se hace amena por esas pequeñas
situaciones comunes de viaje, qué cualquiera que haya sido niño recuerda con
nostalgia. Desde los pequeños empujones que terminan en lloriqueos hasta los jueguitos
de adivinanzas. En esa nebulosa infantil pueden suceder dos cosas, una es que
nos perdamos en lo lúdico al igual que los niños o qué la realidad, cuando
llegue, nos golpeé con un puñetazo seco.
Puntaje:
6/10
La araña
vampiro (Argentina)
de Gabriel Medina, 90 minutos. Competencia Internacional.
En un gran
salto, Medina se despoja de la urbanidad de su opera prima, la aclamada Los
paranoicos, para internarse en La Cumbrecita, provincia de Córdoba. Un
paraje para descansar y descargar tensiones, es precisamente el objetivo de un
padre y su hijo, quien sufre ataques de pánico. El remedio parece peor que la
enfermedad porque en la primera noche, el hijo es mordido por una araña. La
desatención de los médicos generan que una simple inflamación en el brazo se
transforme en una bomba de tiempo y que sólo quede recurrir a una solución
desesperada: un lugareño - guía inestable (interpretado por el gran Jorge Sesán,
de Pizza, birra y faso). En ese encuentro entre los personajes se presenta
la mayor fisura de la película, porque el cambio de registro hacia una buddy
movie (principalmente) provoca una especie de jump cut brusco y alevoso,
dramáticamente. En ese vaivén oscilatorio transgenérico se balancea cómodamente
la segunda película de Medina, quien sabe a las claras con los materiales y los
recursos con los que cuenta.
Puntaje:
6/10
L´estate
de Giacomo (Bélgica,
Francia e Italia) de Alessandro Comodín, 78 minutos. Adolescencias.
Más allá
del carácter de este festival (y de otros), siempre lo que prima en una
historia es que la expresión artística genere algún interés en algún público,
sin importar si es masivo, particular o selecto. Lo que sucede con esta opera prima
del italiano, formado en Bélgica y de ahí se puede comprende la puesta de cámara a lo
hnos. Dardenne, es que se regodea en el relato personal sin contemplar mínimamente
el destino del registro. No hay un personaje entrañable, más bien todo lo
opuesto: irritable a más no poder, el pobre Giacomo es un adolescente sordo,
quien junto a su amiga, llega hasta un bosque junto a un pequeño lago. No hay
tampoco historia hay una narración que ni siquiera reposa sobre algún elemento digno
de algún aspecto cinematográfico, la cámara aparece y desaparece, es nerviosa
pero al mismo tiempo está suspendida y desprolijamente por sobre los hombros de
los personajes, segundos después está apoyada sobre la estabilidad de un trípode,
es decir el criterio fotográfico no existe. Tan sólo es el recuerdo o la anécdota
grabada de recorte de situaciones y pequeños momentos del verano del personaje
que lleva el nombre del título, amigo del director como nota al pie para tratar
de entender el porqué de la existencia de este mamarracho.
Puntaje:
2/10
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