por José Tripodero
Volvió el Oscar que fastidia
a la gente, ese que programa una ceremonia de más de 3 horas y media, mete
musicales larguísimos y por sobre todo presenta a un host decepcionante, en este caso el debutante Seth McFarlane, del
cual se esperaba mucho por su irreverencia. El comienzo no estuvo para nada
mal, su interpretación de una escena de El
vuelo con medias fue su punto más alto, luego llegaron los musicales que
pretendían ser ¿graciosos? y los chistes demasiado fáciles: mencionarle a Ben
Affleck, Gigli, su peor película como
actor (por enésima vez), nombrar a Mel Gibson y algún que otro bocadillo sobre
"esto es medio gay" o cosas por el estilo. Sin embargo, lo más flojo
de la noche fueron los largos musicales, en especial las presentaciones de
Catherine Zeta-Jones interpretando All
That Jazz, con motivo de los festejos de los 10 años de los Oscars
obtenidos por la película Chicago
(?). Sumado a esto, una canción de Los
miserables cantada por (casi) todo el elenco. Lo que sucede es que se
prometió una entrega en la que se iba a homenajear a James Bond por el quincuagésimo aniversario de la franquicia del famoso espía, bueno lo único que hicieron fue compilar escenas
espectaculares de toda la época del personaje y culminar con la presentación en
vivo de Shirley Bassey, que cantó el tema Goldfinger.
That's all folks, nada más de Bond. Otra presentación larga, que invitaba a
hacer zapping para ver los goles de la fecha, fue la de Barbra Streisand para
cerrar el segmento In-memoriam, interpretando The Way We Are, claro está volvieron a “olvidarse”
de célebres artistas – extranjeros, obvio- que fallecieron el último año, como
los japoneses Nagisa Oshima y Koji Wakatmasu.
Tarantino volvió a reírse de
muchos ya que obtuvo una suerte de revancha contra todas las críticas que
recibió Django sin cadenas, por parte
de la propia industria. Ganó dos de los Oscars más importantes: mejor guión
original (de su autoría, claro está) y mejor actor de reparto, nuevamente
Christoph Waltz, como hace unos años lo había ganado en esa misma categoría por
Bastardos sin gloria. El lado luminoso de la vida salvó la
noche con el premio a mejor actriz para Jennifer Lawrence, que volvió a caerse
al subir al escenario, en una reñida disputa con Jessica Chastain y Emanuelle
Riva. La joven de 22 años ganó por un papel en el que demostró ser una mujer
compleja, alejada del encasillamiento de adolescente white trash, del que se preveía que podía caer, papeles que
interpretó en Lazos de sangre (por la
que estuvo nominada hace unos años) y en Los
juegos del hambre. Entre las perdedoras quedaron La noche más oscura que arañó un empate con Operación Skyfall (ganó dos) en la categoría de mejor edición de
sonido, las expectativas por el film de Kathryn Bigelow empezaron a caerse
abajo a principios de año, al menos rescató un premio la mejor de las nueve
películas nominadas. La niña del sur
salvaje fue a decir: "lo importante es competir" como si fuera un
equipo asiático que llega de casualidad a un mundial y era así, nadie creía que
podía alzarse con alguna de las cinco estatuillas por la que estaba nominada,
todas en categorías importantes. Michael Haneke obtuvo revancha del 2010 cuando
El secreto de sus ojos le arrebató
sorpresivamente el Oscar a su película La
cinta blanca, este año si fue el del austriaco y Amour ganó en la categoría mejor película de lengua extranjera,
coronando una temporada inmejorable en la que ganó entre otros premios la Palme D'or en Cannes, el César y el día
sábado el Independent Spirit Award.
La noche, más larga que de
costumbre, fue anodina y para nada memorable (aunque sí para los ganadores,
claro), sin ningún discurso político, raro tratándose de una entrega terriblemente
politizada por las películas Lincoln,
Argo, La noche más oscura y Los miserables. Seth McFarlane estuvo acústico,
respondió a la industria y a riesgo de quedarse huérfano fue apenas irreverente
y muy políticamente correcto. Los Oscar, como casi todos los premios, es una
entrega que se olvida rápidamente pero la de este año probablemente ya se haya
olvidado.
Las ganadoras en números:
Una aventura extraordinaria (4): mejor director, fotografía, música original y efectos visuales.
Argo (3): mejor película, guión adaptado y edición. crítica aquí.
Los miserables (3): mejor actriz de reparto, maquillaje y mezcla de sonido. crítica aquí.
Lincoln (2): mejor actor principal y diseño de producción.
Django sin cadenas (2): mejor guión original y actor de reparto. crítica aquí.
Operación Skyfall (2): mejor canción original y edición de sonido. crítica aquí.
El lado luminoso de la vida (1): mejor actriz principal. crítica aquí.
La noche más oscura (1): mejor edición de sonido. crítica aquí.
Amour (1): mejor película de lengua extranjera.
Anna Karenina (1): mejor vestuario.
Valiente (1): mejor película de animación.
Y aquí lo mejor de la ceremonia, la parodia a El vuelo con títeres de medias:
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