lunes, 25 de febrero de 2013

Cine - Debate

Oscar para (casi) todos
por José Tripodero

Volvió el Oscar que fastidia a la gente, ese que programa una ceremonia de más de 3 horas y media, mete musicales larguísimos y por sobre todo presenta a un host decepcionante, en este caso el debutante Seth McFarlane, del cual se esperaba mucho por su irreverencia. El comienzo no estuvo para nada mal, su interpretación de una escena de El vuelo con medias fue su punto más alto, luego llegaron los musicales que pretendían ser ¿graciosos? y los chistes demasiado fáciles: mencionarle a Ben Affleck, Gigli, su peor película como actor (por enésima vez), nombrar a Mel Gibson y algún que otro bocadillo sobre "esto es medio gay" o cosas por el estilo. Sin embargo, lo más flojo de la noche fueron los largos musicales, en especial las presentaciones de Catherine Zeta-Jones interpretando All That Jazz, con motivo de los festejos de los 10 años de los Oscars obtenidos por la película Chicago (?). Sumado a esto, una canción de Los miserables cantada por (casi) todo el elenco. Lo que sucede es que se prometió una entrega en la que se iba a homenajear a James Bond por el quincuagésimo aniversario de la franquicia del famoso espía, bueno lo único que hicieron fue compilar escenas espectaculares de toda la época del personaje y culminar con la presentación en vivo de Shirley Bassey, que cantó el tema Goldfinger. That's all folks, nada más de Bond. Otra presentación larga, que invitaba a hacer zapping para ver los goles de la fecha, fue la de Barbra Streisand para cerrar el segmento In-memoriam, interpretando The Way We Are, claro está volvieron a “olvidarse” de célebres artistas – extranjeros, obvio- que fallecieron el último año, como los japoneses Nagisa Oshima y Koji Wakatmasu.
 En cuanto a los premios, la repartija fue casi pareja, a tal punto que las seis categorías más importantes: mejor película, director y los cuatro para actores y actrices fueron cada uno para una película distinta. La gran ganadora fue Argo por llevarse el premio más importante, no obstante sólo ganó en otras dos categorías: mejor guión adaptado y mejor edición. Una aventura extraordinaria fue la gran sorpresa al llevarse cuatro: mejor director (la mayor sorpresa de la noche), mejor fotografía, mejor música original y mejores efectos visuales. Lincoln apenas ganó uno de los que tenía seguro: mejor actor principal para el histórico Daniel Day-Lewis que obtuvo su tercera estatuilla y es el primer actor en ganarlas todas como mejor actor principal. El film de Spielberg se llevó el consuelo de la categoría mejor diseño de producción. Los miserables, la más agasajada de la noche, ganó el de mejor actriz de reparto para Anne Hathaway -el más seguro de todos los premios actorales- y dos premios técnicos: mejor mezcla de sonido y mejor maquillaje.

 

Tarantino volvió a reírse de muchos ya que obtuvo una suerte de revancha contra todas las críticas que recibió Django sin cadenas, por parte de la propia industria. Ganó dos de los Oscars más importantes: mejor guión original (de su autoría, claro está) y mejor actor de reparto, nuevamente Christoph Waltz, como hace unos años lo había ganado en esa misma categoría por Bastardos sin gloria. El lado luminoso de la vida salvó la noche con el premio a mejor actriz para Jennifer Lawrence, que volvió a caerse al subir al escenario, en una reñida disputa con Jessica Chastain y Emanuelle Riva. La joven de 22 años ganó por un papel en el que demostró ser una mujer compleja, alejada del encasillamiento de adolescente white trash, del que se preveía que podía caer, papeles que interpretó en Lazos de sangre (por la que estuvo nominada hace unos años) y en Los juegos del hambre. Entre las perdedoras quedaron La noche más oscura que arañó un empate con Operación Skyfall (ganó dos) en la categoría de mejor edición de sonido, las expectativas por el film de Kathryn Bigelow empezaron a caerse abajo a principios de año, al menos rescató un premio la mejor de las nueve películas nominadas. La niña del sur salvaje fue a decir: "lo importante es competir" como si fuera un equipo asiático que llega de casualidad a un mundial y era así, nadie creía que podía alzarse con alguna de las cinco estatuillas por la que estaba nominada, todas en categorías importantes. Michael Haneke obtuvo revancha del 2010 cuando El secreto de sus ojos le arrebató sorpresivamente el Oscar a su película La cinta blanca, este año si fue el del austriaco y Amour ganó en la categoría mejor película de lengua extranjera, coronando una temporada inmejorable en la que ganó entre otros premios la Palme D'or en Cannes, el César y el día sábado el Independent Spirit Award.

La noche, más larga que de costumbre, fue anodina y para nada memorable (aunque sí para los ganadores, claro), sin ningún discurso político, raro tratándose de una entrega terriblemente politizada por las películas Lincoln, Argo, La noche más oscura y Los miserables. Seth McFarlane estuvo acústico, respondió a la industria y a riesgo de quedarse huérfano fue apenas irreverente y muy políticamente correcto. Los Oscar, como casi todos los premios, es una entrega que se olvida rápidamente pero la de este año probablemente ya se haya olvidado.


Las ganadoras en números:

Una aventura extraordinaria (4): mejor director, fotografía, música original y efectos visuales.
Argo (3): mejor película, guión adaptado y edición. crítica aquí.
Los miserables (3): mejor actriz de reparto, maquillaje y mezcla de sonido. crítica aquí.
Lincoln (2): mejor actor principal y diseño de producción.
Django sin cadenas (2): mejor guión original y actor de reparto. crítica aquí.
Operación Skyfall (2): mejor canción original y edición de sonido. crítica aquí.
El lado luminoso de la vida (1): mejor actriz principal. crítica aquí.
La noche más oscura (1): mejor edición de sonido. crítica aquí.
Amour (1): mejor película de lengua extranjera.
Anna Karenina (1): mejor vestuario.
Valiente (1): mejor película de animación.

Y aquí lo mejor de la ceremonia, la parodia a El vuelo con títeres de medias:

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