Double
Play: James Benning and Richard Linklater (Francia, Portugal, EE.UU., 2013) de Gabe Klinger. Selección Oficial Fuera de
Competencia
Un
gran texto de Maia Debowicz hablaba de la siesta cinéfila en una función de
este documental. La pregunta de Maia ponía en discusión si se trataba de una
carga de films y de poco sueño en los asistentes o simplemente este documental
era sumamente aburrido. En mi caso, hay un segmento perdido de los setenta
minutos porque también caí en la famosa siesta baficera, así de repente, sin cabeceos. La cuestión es que el
encuentro entre ambos cineastas, Benning un documentalista de la contemplación (en fragmentos de sus films se pueden ver largos minutos de un cámara fija que muestra
el mar, un cielo o un edificio) y Linklater, arador de la tierra fértil para el mumblecore y el cine indie
estadounidense en general, quien también coquetea (a veces) con los grandes estudios.
Benning lo visita en Texas, con la excusa de un ciclo de presentaciones en la
Austin Film Society, que maneja el propio director de Slackers. Linklater lo lleva, también, a sus oficinas (allí hay
posters de Zabriskie Point, Killer’s Kiss, entre otros clásicos) y le muestra algunos segmentos de su último film: Boyhood, una épica producción
independiente que se rodó en forma intermitente en un lapso de doce años, presentada hace unos meses en el Festival de Berlín. Este momento junto a otros de más distensión, en los
que el anfitrión juega al tenis y al beisbol con un torpe y querible Benning., son los que distraen y mantienen la atención en la pantalla. Los más aburridos son los pretendidamente poéticos; los que buscan
reflexionar sobre el poder de las imágenes y la comparación entre ambos cines.
Producto de estos pasajes se puede adjudicar la epidemia de siestas en las
funciones de este documental, las cuales pueden resultar beneficiosas para
encarar con más ímpetu el turno tarde-noche del BAFICI.
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