El estudiante de Santiago Mitre. Competencia internacional, Argentina.
La política estudiantil universitaria llega al cine nacional,algo raro si pensamos que ninguno de los directores que participaron del fenómeno nuevo cine argentino se interesó por el tema. Es cierto también, que muchos de ellos hicieron del NCA un cine apolítico o más interesado en dejar la política en off y fuera de cuadro. Santiago Mitre, guionista de Trapero (Leonera y la reciente Carancho) se interna en el corazón de la educación pública argentina y hace un zoom a la interna política de los centros de estudiantes, organizaciones que son parte de una urgencia contextual a nivel país.
Roque (Esteban Lamothe) llega del interior, lo que comienza como un viaje para estudiar -pero más que nada para conocer chicas-se transforma lenta y muy precisamente en un cambio radical de nihilismo en participación plena. Luego de relacionarse con su compañera Valeria (Valeria Correa) y lograr instalarse en su casa del sur bonaerense, va por Paula (Romina Paula), una ayudante de cátedra involucrada en el seno de un partido dentro de la facultad de Sociales. Cada paso clave de Roque sirve para marcar episodios de la historia a través de una voz en off, otorgándole al relato un cierto manto de cuento, sin embargo la ficción se halla en los personajes creados dramáticamente pero no en el entorno, que es sumamente palpable en cualquier establecimiento universitario, al menos público.
Roque, escala en la política pero no en su formación, el acercamiento hacia Acevedo (Ricardo Félix), un profesor experimentado (no sólo como docente sino también con participación en política de estado), lo lleva a transitar ciertos estadios más bien emparentados con los de un puntero político. Claro está que El estudiante no es tan sólo una lectura de vida universitaria, sino también refracta la problemática social de una vertiente fundamental de la vida política.
El caldeado y vigoroso panorama de la juventud en la política es retratado con ese aire naif, con el que todo aquél que se despierta hacia la defensa de valores y derechos, es abofeteado a veces con armas -que dentro de ese mundo- son totalmente legítimas. Nada en la historia sería verosímil sin la composición y el acarreamiento del peso de la historia que hacen los tres actores principales, especialmente las actuaciones de Esteban Lamothe (quien aparece brevemente en otro film del BAFICI, la fallida La carrera del animal) y de Ricardo Félix, quien sin recurrir a los clichés del político noventoso, construye un perfil villanesco sacado de un film noir.
El estudiante, a lo largo de esta puesta en crisis de la universidad pública, no hace un esfuerzo por ser objetiva o evitar mencionar nombres propios, todo lo contrario el sudor de la actualidad que consuma dos hechos claves del presente: la muerte de Néstor Kirchner y el asesinato de Mariano Ferreyra, están, la mención explícita de ambos casos no es necesaria. Esos momentos se respiran en cada diálogo e imagen asfixiante, que hacen de este film de elite competitiva -en cualquier festival- un falso thriller -por su forma- pero terriblemente verdadero sobre un estado de situación innegable. El estudiante, Jueves 14 17:00 Hoyts y Domingo 17 21:15 Teatro 25 de Mayo.
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