Nestor Kirchner: la película
por José Tripodero
Este documental plantea un problema de antemano, que puede
o no ser resuelto, y es la cercanía con el deceso de una figura pública. El
film se estrena a dos años y un poco más de la muerte repentina de Néstor
Kirchner y el problema planteado se puede agudizar aún más si tomamos la fecha,
más o menos, estimada de la gestación de proyecto, que fue a los pocos meses
del hecho.
Segundo problema, ¿qué tipo de recorte se puede plantear? Es
decir; biográfico, lectura de un momento en particular (por ej. la llegada a la
presidencia), etc. Paula de Luque, que agarró el timón luego del alejamiento de
Adrián Caetano, parece ubicarse en un limbo porque su recorte tiene un poco de
todo: el joven Néstor, sus primeros años de militancia, su relación con
Cristina (su futura mujer), la relación con sus padres y luego el período más
público: presidencia y últimos años, así y todo (como es habitual) la vida
total se escapa de las manos de cualquier director. Las imágenes inéditas (o
menos conocidas) son las que generan una curiosidad que De Luque rompe al
impostarle cierto tinte militante de una mirada poco distanciada, es decir
hasta en los momentos más íntimos hay un corte político, no por los hechos
(gestos, situaciones graciosas, simples anécdotas) sino por una bajada
innecesaria que tiñe lo banal de grandilocuente.
Tercer problema resuelto con satisfacción. La directora no
se para en un pedestal objetivo, que particularmente un grupo de críticos
solicita (cuando en realidad lo que están pidiendo es “contar toda la historia”
y no una parte). Eso de “contar toda la historia” escapa a la idea de recorte,
a la idea de corpus que es parte del decálogo de un buen documentalista. Lo que
se le pide a De Luque es que no omita los puntos oscuros de la vida de
Kirchner, ciertamente la perspectiva planteada es de una película militante que
toma los rasgos y acontecimientos más importante de una vida pública, esto último también polémico ¿qué es lo importante de una vida pública? Si hay algo de lo que no peca este documental es de subjetivo, aunque rayando en algunos pasajes y hasta incluso hundiéndose en otros dentro de lo panfletario y de lo propagandístico.
La propuesta formal de la película es torpe en muchos
pasajes, especialmente por la introducción de la música pomposa especialmente
hacía la última parte. Ciertos lugares comunes como el montaje de palabra e imágenes,
en las que estas refuerzan lo que se dice, propia de los programas de archivos
(especialmente para contrastar aquello que se dice). Esa estrategia tiene más
vigor en el segmento de la muerte, cuando no hay más que afiches de homenaje y
recuerdos que acompañan una voz en off. Lo público encarnizado en los que
quedan, en los que recuerdan a esa figura que durante casi una hora y media veíamos
en cada escena.
Finalmente lo que resta es aquello que dentro del corte y de
la mirada singular pudo haber estado y no está, testimonios en primera persona
y aquí faltan dos muy importantes: el de la Presidenta y el de Florencia
Kirchner. El por qué no importa, sin embargo juega un efecto contrario que es
la presencia por la ausencia dentro de la línea narrativa. Podemos entrar, ya
que hablamos de miradas, en un terreno también polémico y que es común a los
proyectos truncos que son retomados por otro realizador: ¿qué hubiera pasado si
el film lo terminaba Caetano? Hubiera tenido otro recorte, de la misma manera
podría pasar con cualquier otro director, ni más ni menos. Este film de Paula
de Luque es tan válido como si mañana se hiciera una película sólo para
resaltar los puntos oscuros de la vida de Kirchner, de una u otra manera la polémica
siempre estará desatada.
Directora: Paula de Luque
Guión: Paula de Luque, Carlos Polimeni y Ricardo Forster
Fotografía: Marcelo Iaccarino
Música: Gustavo Santaolalla
Nacionalidad y Año: Argentina - 2012
Duración: 100'
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