The Congress (Israel, Luxemburgo, Alemania, Polonia, Francia 2013) de Ari Folman. Función Apertura.
Divida en dos partes, lo nuevo de
Ari Folman (Waltz With Bashir) es más
que un experimento del fantástico; es un homenaje al cuerpo y alma de Robin Wright, una actriz
eclipsada por otras colegas de su generación. Aquí se interpreta a sí
misma, en una faceta casi acabada de su carrera, algo que resulta bien ficticio en relación a su verdadera actualidad, es protagonista de una las series del momento: House of Cards. El comienzo es duro, vemos un primer
plano de su rostro, que opera como punching ball, con la voz over de
su representante (Harvey Keitel) que le vomita toda la realidad de su
actualidad como actriz. La única posibilidad, luego de años de ostracismo, llega de parte del dueño de un poderoso estudio (Danny Huston), quien como un diablo le ofrece un pacto que no podrá rechazar: el último papel de su vida. Esa interpretación no es una más, es vender todo su cuerpo e
impronta a un escaneo total, el cual será usado a piacere por el estudio. Luego de aceptar de mala manera, lo que
deviene en el relato es un mundo animado y onírico que toca los bordes de la
animación más lisérgica. Folman suelta en esta segunda mitad a una bestia
narrativa que no oye a su amo y transita por donde se le antoja sin el menor
reparo por sostener un diálogo con la primera parte de la historia (o sí, depende la libre
asociación que se pueda hacer con la abstracción de algunas imágenes). Hacia el
final, el regreso de los actores de carne y hueso busca limpiar el desorden
provocado por la bestia animada, un remedio para algo que no fue una
enfermedad.
Anfiteatro Parque Centenario, 20 hs - Gratis -
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